Pensamientos, reflexiones y conceptos psicoanalíticos bajo una perspectiva basada en las teorías de Sigmund Freud y Jacques Lacan. Por Silvia Kanievsky.
La interpretación de los sueños según Freud: La vía regia hacia el inconsciente.
En 1900, Freud publica La interpretación de los sueños, un texto que cambiaría la comprensión de la mente humana y que él mismo consideró como una de sus obras más importantes. En este libro, Freud argumenta que los sueños no son meras fantasías o distorsiones sin sentido, sino manifestaciones de deseos reprimidos, especialmente aquellos que no han podido realizarse o expresarse en la vida consciente. Para Freud, los sueños son una vía privilegiada para acceder al inconsciente, a lo que él llama "el camino real hacia el inconsciente". A través de la interpretación de los sueños, Freud encuentra una vía para entender las fuerzas inconscientes que influyen en nuestros pensamientos, emociones y comportamientos.
Freud sostiene que, aunque el contenido de los sueños pueda parecer caótico o absurdo, sigue una lógica dictada por el inconsciente. En su teoría, el sueño se divide en dos niveles de contenido:
Contenido manifiesto: Es lo que el soñante recuerda al despertar. Es el "relato" consciente del sueño, las imágenes y escenas tal y como las describe la persona. Este contenido manifiesto suele ser confuso, fragmentado y aparentemente sin sentido.
Contenido latente: Es el verdadero significado del sueño, las ideas y deseos reprimidos que el inconsciente expresa de manera disfrazada. Para Freud, el contenido latente es la "verdadera historia" detrás del sueño, una representación simbólica de los deseos inconscientes.
El proceso de interpretación de los sueños, entonces, consiste en descifrar el contenido latente a partir del contenido manifiesto. Freud identifica varios mecanismos que el inconsciente emplea para disfrazar estos deseos reprimidos y permitir su manifestación en el sueño sin provocar angustia al soñante.
Mecanismos de defensa en los sueños: Condensación y desplazamiento.
Freud observa que el inconsciente utiliza ciertos mecanismos de defensa para transformar el contenido latente en contenido manifiesto. Los dos mecanismos principales que describe en La interpretación de los sueños son:
Condensación:
La condensación es el proceso mediante el cual el sueño agrupa o fusiona múltiples elementos y significados en una sola imagen o símbolo. Freud señala que un solo elemento en el contenido manifiesto del sueño puede representar múltiples deseos y pensamientos latentes.
Ejemplo: Imagina que una persona sueña con un paisaje que combina un parque y una playa. Este sueño podría condensar recuerdos de varios lugares que tienen un significado emocional particular para el soñante, como un parque donde solía jugar en la infancia y una playa que visitó en un momento importante de su vida. La imagen del sueño representa, en una sola escena, varios significados latentes.
Desplazamiento:
El desplazamiento ocurre cuando la carga emocional de un deseo latente se transfiere a un elemento menos amenazante en el sueño. Freud observa que los sueños suelen desplazar el significado de los elementos más conflictivos o cargados emocionalmente hacia otros que resultan menos alarmantes o accesibles para la consciencia.
Ejemplo: Una persona que tiene un conflicto no resuelto con un familiar podría soñar que discute con un desconocido. La agresividad o incomodidad que realmente siente hacia el familiar se desplaza hacia la figura anónima, haciéndolo más tolerable para el soñante.
Ejemplo famoso: El sueño de la "inyección de Irma".
Freud ilustra estos mecanismos en el famoso "sueño de la inyección de Irma", que analiza en La interpretación de los sueños. En este sueño, Freud ve a su paciente Irma y le aplica una inyección, pero el procedimiento sale mal. Freud explica que este sueño condensaba múltiples significados y deseos reprimidos, como su preocupación por la salud de sus pacientes, su responsabilidad como médico y su propio conflicto respecto a los resultados de sus tratamientos.
A través de la condensación, el sueño incluye múltiples niveles de significado en una sola imagen (Irma recibiendo la inyección), y mediante el desplazamiento, la ansiedad de Freud respecto a su competencia profesional se proyecta en la escena del sueño.
La interpretación de los sueños como puerta de acceso al inconsciente.
Freud enfatiza que los sueños son el escenario ideal para el despliegue del trabajo del sueño (el proceso de transformación de contenido latente en contenido manifiesto). En ellos, el inconsciente emplea simbolismos, metáforas y distorsiones que protegen al soñante de enfrentar deseos que serían inaceptables o conflictivos si se expresaran directamente. Este trabajo de interpretación requiere que el psicoanalista "lea" los sueños como si fueran textos complejos que esconden múltiples niveles de significado.
La importancia de los símbolos y el simbolismo en los sueños.
Para Freud, los sueños están llenos de símbolos que representan deseos y emociones ocultas. Por ejemplo, ciertos objetos o escenas pueden representar temas relacionados con la sexualidad, el poder, el miedo o el afecto reprimido. El trabajo de interpretación requiere que el analista decodifique estos símbolos, revelando el verdadero significado latente.
Freud sostiene que el sueño tiene una función protectora, que permite al inconsciente expresarse de una manera indirecta y disfrazada, manteniendo la paz mental del soñante. Por eso, considera que la interpretación de los sueños no solo es una herramienta de análisis, sino una ventana crucial a los aspectos más profundos de la psique humana.
Angustia
El Seminario 10 de Lacan, titulado "La Angustia" (1962-1963), es uno de los seminarios más importantes de su enseñanza, donde Lacan aborda el tema de la angustia de manera profunda y desde una perspectiva clínica y teórica. Vamos a resumir los puntos clave de este seminario:
1. La Angustia como Señal:
Lacan comienza aclarando que la angustia no es un síntoma como otros, sino una señal. A diferencia de otros síntomas que pueden ser engañosos, la angustia tiene la característica de ser un afecto que no engaña. Esto significa que, en lugar de ser una defensa frente a lo real, como los síntomas neuróticos, la angustia señala la proximidad del sujeto con lo que Lacan llama lo Real. En otras palabras, la angustia surge cuando el sujeto se enfrenta a algo que no puede simbolizar ni integrar en su vida psíquica.
2. El Objeto a:
Uno de los conceptos más importantes que Lacan desarrolla en este seminario es el de objeto a, que designa ese "objeto causa del deseo". En la teoría lacaniana, el objeto a es algo que no puede ser plenamente representado ni alcanzado; es el vacío que estructura el deseo. En el Seminario 10, Lacan sostiene que la angustia surge cuando este objeto a, que generalmente está perdido o faltante, aparece de manera inesperada en la experiencia del sujeto. Esta aparición confronta al sujeto con algo que no puede ser asimilado ni integrado en su marco simbólico.
3. La Diferencia entre Angustia y Miedo:
Lacan diferencia claramente entre angustia y miedo. Mientras que el miedo está vinculado a un objeto externo concreto que el sujeto puede identificar, la angustia carece de un objeto definido. Es una experiencia de desbordamiento en la que el sujeto se siente amenazado, pero no puede determinar claramente qué es lo que lo amenaza. La angustia, por lo tanto, está relacionada con la incertidumbre y la falta de marco simbólico para comprender lo que está en juego.
4. El Papel del Otro:
En este seminario, Lacan también explora el papel del Otro (el gran Otro, en términos lacanianos) en la generación de la angustia. La angustia, según Lacan, se genera cuando el sujeto se enfrenta con la pregunta del deseo del Otro: "¿Qué quiere el Otro de mí?". Esta pregunta abre un vacío en el sujeto, ya que no tiene una respuesta clara y definitiva. La angustia es la reacción frente a la imposibilidad de conocer plenamente qué espera el Otro, y cómo posicionarse en relación a ese deseo.
5. Clínica de la Angustia:
Desde el punto de vista clínico, el Seminario 10 es fundamental porque Lacan aborda cómo la angustia se manifiesta en diversas estructuras psíquicas, como la neurosis y la psicosis. También reflexiona sobre cómo el analista debe posicionarse frente a la angustia del sujeto, sin ofrecerle un objeto de certeza que alivie su malestar, sino permitiéndole explorar ese vacío constitutivo de su deseo.
6. El Cuerpo y la Angustia:
Lacan señala que la angustia tiene una fuerte relación con el cuerpo. Dado que la angustia está vinculada al encuentro con lo Real, el cuerpo se convierte en el lugar donde se experimenta esa presencia irrepresentable. Lacan describe cómo los fenómenos corporales —palpitaciones, sudoración, dificultad para respirar— son manifestaciones de la angustia cuando lo simbólico falla y lo real irrumpe en la experiencia del sujeto.
Freud: "Inhibición, Síntoma y Angustia" (1926)
En este texto, Freud reformula su teoría de la angustia. Inicialmente, Freud sostenía que la angustia era un resultado de la represión, es decir, cuando un deseo o impulso del Ello era reprimido por el Yo, se transformaba en angustia. Sin embargo, en "Inhibición, síntoma y angustia", Freud modifica esta idea, señalando que la angustia no es el resultado de la represión, sino que precede a la represión. La angustia se produce cuando el Yo percibe un peligro interno (pulsiones que no puede controlar) o externo, y actúa como una señal que desencadena los mecanismos de defensa, incluida la represión.
Freud distingue entre:
Inhibición: Una restricción en el funcionamiento del Yo, que se manifiesta en la disminución de la capacidad de actuar.
Síntoma: La formación de compromiso entre el impulso reprimido y las defensas del Yo.
Angustia: Una respuesta afectiva que surge frente a un peligro inminente, ya sea externo (miedo) o interno (ansiedad).
Para Freud, la angustia es una señal de peligro que alerta al Yo sobre un conflicto inminente, y su función es movilizar las defensas psíquicas.
Lacan: La Angustia y el Objeto a
En el Seminario 10, Lacan retoma la noción de angustia pero introduce una distinción crucial: la angustia no es sin objeto. Para Lacan, la angustia aparece cuando el sujeto se enfrenta a algo más allá de su capacidad de simbolización o representación: el objeto a, que es un "objeto causa del deseo". Este objeto no es algo material, sino más bien una falta estructural en el sujeto, que lo confronta con lo Real, aquello que no puede ser integrado en el orden simbólico.
Para Lacan, mientras que Freud veía la angustia como una señal de alarma ante un peligro, Lacan la entiende como una respuesta a la aparición del objeto a, que pone en juego la relación del sujeto con su deseo y con el Otro. Es decir, la angustia surge cuando el sujeto está demasiado cerca de confrontar la falta que lo constituye.
Puntos en Común y Diferencias
La Angustia como Señal: Ambos, Freud y Lacan, coinciden en que la angustia actúa como una señal que moviliza al sujeto. Sin embargo, Freud la ve como una señal de peligro ante un conflicto psíquico (interno o externo), mientras que Lacan la vincula más directamente con la aparición del objeto a, lo que coloca al sujeto en una situación de confrontación con lo que no puede simbolizar.
Función de la Angustia: Para Freud, la angustia precede a la represión y desencadena los mecanismos de defensa, mientras que Lacan la asocia con el encuentro del sujeto con lo Real, lo cual va más allá de la lógica de la represión. En este sentido, la angustia en Lacan es un indicador de la cercanía del sujeto con su goce, una satisfacción que se mueve más allá del placer y que está ligada a lo que es imposible de representar simbólicamente.
El Objeto de la Angustia: Freud considera que la angustia está relacionada con la percepción de un peligro o amenaza, mientras que Lacan sostiene que la angustia no es sin objeto, es decir, tiene un objeto, pero no en el sentido clásico; se refiere al objeto a, el vacío o la falta que estructura el deseo del sujeto.
Conclusión:
Tanto Freud como Lacan consideran la angustia como un elemento central en la vida psíquica, pero desde perspectivas distintas. Freud la ve como una señal frente a un conflicto que requiere de defensa, mientras que Lacan la asocia con el encuentro del sujeto con lo Real, con algo que no puede simbolizarse y que revela el vacío estructural de la subjetividad.
Esta relación entre ambos pensadores permite profundizar en la comprensión de la angustia, no solo como un síntoma, sino como un fenómeno que conecta al sujeto con su deseo, sus pulsiones y su relación con el Otro.
Psicopatología de la vida cotidiana, el caso Signorelli.
El caso Signorelli es uno de los ejemplos más conocidos de olvido de un nombre propio, que Freud utiliza en su obra "Psicopatología de la vida cotidiana", en la que examina los actos fallidos y los olvidos como manifestaciones del inconsciente. En este caso, Freud describe cómo, durante una conversación, fue incapaz de recordar el nombre del pintor Signorelli, a pesar de que conocía bien a este artista.
Freud sostiene que el olvido del nombre Signorelli no fue accidental, sino un acto fallido, resultado de un mecanismo de represión. A través del análisis, Freud concluyó que el olvido estaba relacionado con pensamientos reprimidos acerca de la muerte, específicamente sobre la muerte y la impotencia. Freud recordaba claramente otros nombres como Botticelli y Boltraffio, que surgieron en lugar del nombre de Signorelli, y a partir de estos nombres y las asociaciones libres, pudo encontrar conexiones entre el nombre olvidado y los pensamientos reprimidos que estaban relacionados con la muerte.
Freud utiliza este caso para ilustrar cómo los lapsus y olvidos son más que simples errores casuales: son manifestaciones del inconsciente. El olvido del nombre de Signorelli estaba relacionado con pensamientos que Freud no quería enfrentar conscientemente. Según él, el proceso de represión llevó a que la memoria del nombre desapareciera temporalmente. Los nombres sustitutos que recordaba (Botticelli y Boltraffio) mantenían conexiones fonéticas o simbólicas con lo que Freud estaba tratando de evitar, en este caso, la muerte y la impotencia.
En su análisis, Freud elaboró un esquema en el que mostró cómo una serie de asociaciones inconscientes conectaron el olvido del nombre con un contenido reprimido. Freud identificó tres aspectos clave:
1-Lo que fue olvidado (el nombre Signorelli).
2-Lo que surgió en su lugar (nombres como Botticelli y Boltraffio).
3-El contenido inconsciente subyacente (temores relacionados con la muerte, en particular por su contacto reciente con la muerte de pacientes).
Freud concluyó que la sustitución de los nombres revelaba un proceso psíquico en el que el inconsciente del individuo reacciona ante ideas que son conflictivas o emocionalmente cargadas, produciendo olvidos o distorsiones en el lenguaje.
Reflexión Lacaniana:
Jacques Lacan, en su propia lectura de Freud, toma el caso Signorelli como un ejemplo clave para desarrollar su idea de que el inconsciente está estructurado como un lenguaje. En este sentido, Lacan subraya la importancia del significante sobre el significado. El olvido de Freud, en términos lacanianos, no es simplemente un fallo del recuerdo, sino una reorganización de los significantes en juego, lo que pone de manifiesto cómo el lenguaje mismo funciona en la dinámica del inconsciente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
La interpretación de los sueños según Freud: La vía regia hacia el inconsciente.
En 1900, Freud publica La interpretación de los sueños, un texto que cambiaría la comprensión de la mente humana y que él mismo consideró co...
-
El Seminario 10 de Lacan, titulado "La Angustia" (1962-1963), es uno de los seminarios más importantes de su enseñanza, donde Laca...
-
Muchos son los textos en los que Sigmund Freud enunció de manera magistral lo que hoy, gracias a la enseñanza de Jacques Lacan, podemos deno...